El cajón en el flamenco

El acompañamiento del cajón en el flamenco tiene su origen en el zapateado del bailaor, el compás sordo de la guitarra, las palmas y los nudillos. Los primeros instrumentos de percusión flamencos son las extremidades del propio cuerpo, ya sea bien con las manos, o bien con los pies. Estas formas de hacer percusión son, todavía hoy, las más importantes y utilizadas a la hora de desarrollar rítmicamente cualquier palo flamenco.

En el flamenco el cajón se introduce gracias al guitarrista Paco de Lucía.El percusionista que lo acompañaba Rubén Dantas, entabló amistad con el peruano Caitro Soto, músico cajonero y cantautor peruano. Dantas adoptó el cajón como parte de su set y lo empezó a incorporar a su repertorio. Poco a poco el cajón fue haciéndose un lugar la música flamenca.

A día de hoy el cajón se ha convertido en un instrumento indispensable en el género. Sería imposible entender el flamenco contemporáneo sin el extraordinario desarrollo rítmico que ha permitido el cajón.

Parte del éxito se deba a que el cajón está fabricado con madera y desprende un sonido cálido y fácil de mezclar con la guitarra, instrumento predominante del género. Si bien antes el cajón en el flamenco se consideraba fusión, hoy en día incluso el flamenco más puro ha adoptado decididamente este instrumento, como si siempre hubiera estado ahí.

Poco a poco se han ido añadiendo cambios y se han realizado múltiples innovaciones, variando sus medidas, materiales y formas, lo que nos indica que el cajón flamenco pasa por una etapa viva.

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